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      Manifiesto Escuela Mágica de Madrid (1971)


      En 1971, en Madrid, un grupo de magos escribieron el “Manifiesto Escuela Mágica de Madrid”.

      No un grupo cualquiera, no.

      Firmaron el documento Juan Antón, Arturo de Ascanio, Ricardo Marré, José Pucho, Juan Tamariz, Ramón Varela y Camilo Vázquez.

      Ahí es nada.

      La crème de la crème.


      En ese momento la magia necesitaba un punto de referencia, algo que reafirmara la magia como arte y le diera el empujón que necesitaba.

      Inspirados en el movimiento surrealista francés, se pusieron manos a la obra para crear el manifiesto.

      Se convirtió en el documento fundacional de la Escuela Mágica de Madrid, un colectivo dedicado al avance de ese oficio.

      Y el grupo funcionó como un laboratorio de investigación.

      Los magos se convirtieron en “científicos” e hicieron todo tipo de pruebas y experimentos como si fueran ensayos clínicos, reunieron a grupos de espectadores para presenciar sus actuaciones y solicitaban comentarios para entender lo que funcionaba mejor.


      Además, crearon la Circular, una revista sobre magia.

      ¿Cuál era el propósito del manifiesto?


      En sus propias palabras:

      «Su fin primordial será la magia: su mejora, su estudio, su profundidad y la apertura de nuevos caminos y nuevas posibilidades para ella; objetivo y fin que sabemos ambiciosos, pero que en mucho o en poco trataremos de conseguir. Y este mismo Manifiesto es ya una prueba de nuestras ambiciones y deseos.»


      • Por una magia mejor: investigaciones teórico-prácticas («Toda la Teoría hecha Práctica. Toda la Práctica destilando Teoría») y búsqueda de nuevos públicos más interesados.
      • Por una magia más adulta: Estudios y ensayos teóricos de la magia en relación con otras disciplinas (teatro, cine, poesía, psicología…).

      El documento desarrolla un análisis del estado del ilusionismo y lanza provocativas conclusiones.

      Todo parecido con la realidad actual es mera coincidencia…

      • «(…) la Magia-Ilusionismo como espectáculo vive un presente pobre, triste y bastante poco apreciado»
      • «No ha habido (salvo mínimas excepciones) tendencias, escuelas, grupos de magos que hayan, con un mínimo de coherencia, ensayado una teoría de la Magia, ni una metodología; ni tan siquiera un estilo o modo diferente de comprender la magia.»
      • «Falta investigar en las posibilidades de la magia (y sobran nuevos trucos, similares siempre a los viejos trucos). Falta método. Falta renovación auténtica, en profundidad. Faltan ideas nuevas en la forma, en el estilo, en las maneras.»
      • «Creemos que lo máximo que suele conseguir el mago de hoy es una cierta admiración intelectual (fría por tanto) por lo habilidoso de sus manos, lo intrigante de sus efectos o quizá por lo vistoso de sus aparatos y accesorios…»
      • «¿Qué espectador, al ver la actuación de un mago, siente la emoción de lo desconocido, el soplo del misterio?»
      • «Cada vez más, va relegándose la magia para públicos infantiles o intelectualmente poco formados. Lo mágico es, en una palabra, menospreciado (cuando no despreciado) como espectáculo por la gran mayoría de personas adultas.»

      Y el último párrafo termina diciendo..

      «¿Se merece este esfuerzo la Magia? Nuestra tajante respuesta afirmativa es, sin duda, el motor que nos mueve. Y este motor funciona a base de la Ilusión y de nuestro esencial Amor a la Magia.»


      No podemos no inspirarnos por ese manifiesto, esa energía arrolladora de querer llevar la Magia a su máximo nivel y reconocimiento dejando bien claro que depende de lo que hagamos nosotros, los magos.

      No podemos esperar que el público cambie, que la gente valore la magia de otra manera, debemos empezar nosotros mismos a empujar nuestro arte hacia delante.

      Es nuestra responsabilidad y se lo debemos a todos los que han estado antes.

      ¿Lo conseguiremos?

      Pues no lo sabemos.

      Pero poco importa, solo podemos ocuparnos de intentarlo con todas nuestras fuerza, ahora.


      Que los que vengan después se lleven las manos a la cabeza pensando en todo lo que logramos juntos.

      Este espacio que ahora compartimos tú y yo pretende ser el lugar donde acceder a la mejor magia, donde experimentar y compartir ideas nuevas con otros compañeros, donde reflexionar juntos sobre métodos…

      …donde la magia no solo sea truco-truco-truco, si no también emoción, historias, imaginación, creatividad, misterio, verdadero ASOMBRO.


      Ese asombro que conecta a las personas, a las generaciones y les hace sentirse mejor, les devuelve lo más poderoso que tenemos, la ilusión.

      El Ayudante.


      PD: te dejo un PDF con una transcripción del manifiesto original.

      Julio Cobos, Willy Quintana-Lacaci y 8 others
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